La receta de hoy está inspirada en los pimientos asados de los grandes restaurantes de cocina clásica y asadores tradicionales, pero con relleno de setas que es mas llevadero y menos pesado. Para 4 personas vamos a necesitar:
5 pimientos amarillos
½ kilos de shitake
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 cebolla
8 huevos de codorniz
100 gr de mantequilla
1 litro de nata
10 gr de sal
1 gramos de pimienta
8 hojas de menta
12 ramitas de cebollino
5 gramos de crema de balsámico
20 gr de aceite de oliva virgen extra
Asar los pimientos amarillos a 180 grados durante 20 a 25
minutos en una bandeja de orno previamente untada con un poquito de mantequilla
20 gramos)y con un poco de sal. A la mitad de la cocción les damos la vuelta
para que se hagan de manera uniforme. Dejamos que se enfríen y los pelamos con
mucho cuidado de no romperlos sin tirar la parte del tallo que luego
utilizaremos para decorar. Uno de ellos lo cortamos en juliana después de
pelado para la ensalada
Salteamos la cebolla en una sartén con 50 gramos de mantequilla.
Cuando este pochada le añadimos las setas shitake cortadas en juliana y también las saltemos hasta que estén blanditas (unos 10-12 minutos).
Cuando este todo
pochado echamos la sal y la nata, y reducimos hasta que esté tan espesa que se
comience a separar de su propia grasa. En este momento inclinamos un poco la
sartén fuera del fuego para que la grasa que tiene se quede en la superficie y
con una cuchara retiramos toda la que podamos. Pasamos a un bol y batimos con
una varilla, por lo que todo se vuelve a unir quedando una textura cremosísima.
Salteamos los pimientos rojo y verde cortados en juliana en
20 gramos de mantequilla a fuego muy lento y cuando estén pochados, retiramos
Cocemos los huevos de codorniz en una cazuela con agua
hirviendo durante exactamente 2 minutos, cuando el tiempo haya pasado enfriamos
rápidamente en agua fría o con hielo y pelamos con extremo cuidado
Para emplatar rellenamos el pimiento con la crema de shitake
y le colocamos el tallo para que parezca que está entero. Colocamos en el
plato. En uno de los laterales ponemos los pimientos de los tres colores ya
cocinados formando una ensalada de pimientos, y sobre ellos dos huevos abiertos
al medio para que se vea la yema sin cuajar. Colocamos dos hojas de menta a los
lados del pimiento relleno y dos ramitas de cebollino cayendo sobre éste.
Aliñamos la ensalada con un poco de aceite de oliva virgen extra, un chorrito
de crema de bálsamico y una pizca de sal. Para terminar cortamos el cebollino
que nos sobre y lo dejamos caer sobre los bordes del plato. A COMER
Esta receta me gusta mucho, además es más facilona que la otra.
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